Hoy en día, las plataformas en la nube no son una opción para las empresas, sino una obligación. He aquí algunos consejos sobre cómo elegir una plataforma en la nube:
El primer paso es determinar si su empresa debe confiar en una nube pública o privada, o si un híbrido es el que mejor se adapta a sus necesidades. He aquí algunas preguntas que deben hacerse para determinar los servicios ideales para su empresa.
¿Qué tipo de datos necesita almacenar? La información que recojas determinará en gran medida el servicio en la nube que necesites. Las nubes privadas son imprescindibles para la información sensible, pero si sus datos no tienen valor externo, una nube pública será suficiente.
¿Qué software habrá en la nube ? Dependiendo de su sector y negocio, su software deberá almacenarse en la nube pública o privada; también podría funcionar un híbrido.
¿Cuántas personas y dispositivos estarán conectados? Al igual que en el juego escolar del «Teléfono», cuanta más gente participe, menos segura será su «conversación telefónica». Elija una opción que refleje el tamaño de su empresa y que pueda ampliarse a medida que crezca.
¿Cuál es su presupuesto? Hay opciones de servicios de nube pública gratuitos, pero primero hay que evaluar el tipo de datos que se van a almacenar allí. Los servicios de nube privada tienen un coste, por supuesto, pero si es la seguridad lo que necesitas, merece la pena la inversión.
Una vez que haya evaluado sus necesidades en la nube, a continuación le ofrecemos un análisis más detallado de sus opciones, junto con algunos pros y contras de cada una de ellas.
Nubes públicas. Estas ofertas estándar proporcionan almacenamiento de recursos informáticos, como aplicaciones, que son accesibles a través de Internet. Hay algunas opciones de servicios en la nube gratuitos, así como otros de pago por uso. Las nubes públicas utilizan una infraestructura compartida para prestar servicios a múltiples clientes. Funcionan bien para el almacenamiento de datos no sensibles, la colaboración o el correo electrónico. Algunos ejemplos de nubes públicas son SaaS (software como servicio), IaaS (infraestructura como servicio) y PaaS (plataforma como servicio).
Ventajas: Las nubes públicas son flexibles y escalables. El coste se reduce al uso, y la ubicación no es un problema. Con una nube pública se pueden agrupar altos niveles de recursos, lo que significa que se beneficia de mayores economías. Una gran ventaja para los que no saben de tecnología en la nube: su empresa no tiene que gestionarla.
Contras: El cumplimiento de la normativa en determinados sectores, como el sanitario, se convierte en un problema con las nubes públicas, al igual que la seguridad. Las nubes públicas son simplemente más vulnerables a los ciberataques. La fiabilidad también es una preocupación para los usuarios de la nube pública.
Nubes privadas. Las nubes privadas no funcionan de forma muy diferente a las públicas, salvo que utilizan una arquitectura propia para distribuir los servicios. En otras palabras, en lugar de servir a muchos clientes, una nube privada sirve sólo a su empresa. Las nubes privadas funcionan mejor para los modelos de negocio cambiantes o las necesidades imprevisibles. Gartner considera que el sector de la nube privada crecerá hasta 2017. Esto se debe a que son ideales para las estrictas exigencias de seguridad, las necesidades de tiempo de actividad y las cargas de trabajo de misión crítica. Las industrias reguladas, como el sector financiero y el ámbito médico, requieren este tipo de nube segura y separada.
Las nubes privadas son escalables. También son de autoservicio y ofrecen usos con múltiples capacidades. Son cruciales para las empresas que aprovechan muchos big data. Sin embargo, lo más importante es que son más seguras, ya que las nubes privadas proporcionan servicios alojados situados detrás de un cortafuegos a un número limitado de personas.
Las dos desventajas de las nubes privadas son la gestión y el dinero. Los propios equipos de TI de las empresas deben gestionar las nubes privadas. Eso significa tener que presupuestar el personal, el mantenimiento y el capital. La virtualización, el software en la nube y las herramientas de gestión son también costes añadidos.
Nube híbrida . Como su nombre indica, las nubes híbridas ofrecen lo mejor de ambos mundos. Combinan la nube privada de una empresa con los servicios de la nube pública. Las empresas pueden cambiar las cargas de trabajo entre sus servicios de nube privada y pública a medida que cambian sus demandas de negocio. Por ejemplo, una empresa puede utilizar una nube privada local para los datos sensibles y una nube pública, como Google Compute Engine, para el material menos sensible.
No soy el único que espera que el mercado de la nube híbrida se expanda: algunas proyecciones indican que crecerá hasta los 91.740 millones de dólares en 2021.
En cuanto a los pros y los contras, no hay mucho que decir en el lado negativo. Para cargas de trabajo muy cambiantes, los híbridos son la solución ideal. Ofrecen la clave de las soluciones empresariales escalables y flexibles.
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